
Qué esperar (y exigir) en 2024 de la prevención del VIH y otras ITS
Compartir
Empieza otro año. Ahora, todos empiezan a planificar o ejecutar el plan ya elaborado para que 2024 sea un buen año, y si es posible, aún mejor.
Siguiendo el mismo principio, cada segmento de la sociedad comienza el año ya determinando los puntos a los que debe prestar atención, qué debe ser prioritario y qué requerirá incluso un cobro para ser realizado.
Al enfrentar la epidemia del VIH/SIDA y otras infecciones de transmisión sexual (ITS), la situación no es diferente. Por eso, en esta primera columna del año, propongo una lista de prioridades, expectativas y exigencias para que todos tengamos presente este tema durante todo el año.
1. Ampliar el acceso a la profilaxis pre y postexposición al VIH (PrEP y PPE) en todo Brasil. En Brasil, al igual que en muchos otros países que han incorporado estos métodos de prevención del VIH como política pública, existe una gran disparidad en el acceso. Si bien la población cisgénero, gay, blanca, de mayor edad y con mayor nivel educativo constituye la gran mayoría de los usuarios de la PrEP en el país, otros grupos, como los jóvenes y las mujeres (cisgénero y transgénero), aún enfrentan obstáculos para prevenir el VIH. Estas barreras abarcan desde la falta de información hasta la falta de apoyo y capacitación entre los profesionales de la salud. Por lo tanto, si esta desigualdad no se aborda y resuelve, ya podemos predecir entre qué subgrupos continuará circulando la epidemia del VIH en los próximos años.
2. Acceso a pruebas para ITS bacterianas. Si bien la OMS (Organización Mundial de la Salud) y el Ministerio de Salud han recomendado durante años la detección de ITS como sífilis, gonorrea y clamidia para las poblaciones más vulnerables, esta medida sigue estando mal implementada en Brasil. Si bien las pruebas de sífilis están disponibles, la cobertura poblacional sigue siendo baja. El acceso a las pruebas PCR para las otras dos bacterias es bastante limitado. Incluso para quienes cuentan con seguro médico, es raro encontrar un plan que ofrezca cobertura completa para las pruebas PCR de gonorrea y clamidia. En el Sistema Único de Salud (SUS), era prácticamente imposible realizar estas pruebas, pero en 2023 el gobierno anunció la creación de una red de laboratorios que facilitaría las pruebas en todo Brasil. Sin embargo, en la práctica, esto aún no se ha materializado.
3. Priorizar un plan de vacunación contra las ITS. Además del uso del preservativo, la PrEP, la PPE y las pruebas de detección, las vacunas también son importantes aliadas en la prevención de las ITS. Las hepatitis A y B, la poliomielitis viral (MPOX) y el VPH son ejemplos de infecciones que se transmiten fácilmente por vía sexual y que pueden prevenirse eficazmente, o al menos prevenir sus complicaciones, con una vacunación adecuada. Sin embargo, de todas las vacunas mencionadas, solo la de la hepatitis B está ampliamente disponible para adultos a través del SUS (Sistema Único de Salud). Todas las demás se administran en Brasil solo a subgrupos específicos, e incluso para estas, es común que las dosis no estén disponibles en los centros de vacunación.
4. Implementación monitoreada de DoxiPEP. En los últimos años, estudios han demostrado que el uso de una sola dosis del antibiótico doxiciclina después de la relación sexual reduce significativamente los casos de sífilis y clamidia, y, en menor medida, de gonorrea. Hasta el momento, solo Estados Unidos ha comenzado a implementar esta estrategia de prevención como política pública para el control de las ITS bacterianas. Mientras tanto, en Brasil, se están batiendo récords de casos de sífilis y ni siquiera se están reportando casos de clamidia y gonorrea. Es urgente implementar un proyecto para implementar DoxiPEP en el país, con monitoreo de los perfiles de resistencia bacteriana.
5. Disponibilidad de PrEP inyectable de acción prolongada. Al igual que los condones, la PrEP solo es eficaz para prevenir el VIH si se usa correcta y sistemáticamente. Por lo tanto, asegurar que una persona siga tomando la PrEP y se adhiera a sus pastillas puede ser un verdadero desafío, especialmente entre subgrupos ya altamente vulnerables a la epidemia del VIH/sida, como los jóvenes y las personas trans. Para ellos, una alternativa a la PrEP que no requiera pastillas diarias, sino una inyección cada dos meses, podría ayudar significativamente a prevenir el VIH. Esta forma de PrEP ya existe y se está evaluando en Brasil para su posible incorporación al SUS (Sistema Único de Salud). El estudio que realizará esta evaluación ya está en marcha, y por ahora, esperamos con interés sus resultados.
Con estos temas en mente, cualquier brasileño estará al menos mínimamente consciente y listo para buscar mejoras en su salud sexual y prevención en 2024. Manténgase atento, ya que este año promete muchos nuevos desarrollos en este tema.
¡Feliz 2024, con cada vez mejor salud y calidad de vida sexual!