Rastrear ISTs pode não ser a melhor maneira de lidar com esse problema

La detección de ETS puede no ser la mejor manera de abordar este problema.

Si usted sigue esta columna o está mínimamente al tanto del tema de la prevención combinada de infecciones de transmisión sexual (ITS), el título de este texto probablemente no tenga ningún sentido.

De hecho, tanto el Ministerio de Salud como los profesionales de la salud han defendido durante muchos años la importancia de las pruebas periódicas para detectar estas infecciones como estrategia de salud pública para contenerlas. Sin embargo, recientemente, la evidencia científica ha comenzado a cuestionar si este concepto puede aplicarse realmente a cualquier ITS.

En teoría, el cribado periódico de una ITS asintomática tiene como objetivo encontrar virus o bacterias que no hayan sido diagnosticados previamente para posibilitar su tratamiento y, por tanto, romper la cadena de transmisión a otras personas.

Cuando hablamos de infecciones como el VIH o la sífilis, este razonamiento es válido y funciona muy bien. Sin duda, cualquier persona sexualmente activa, independientemente de si tiene una relación o no, se beneficia de hacerse la prueba de estas dos ITS al menos una vez al año. De esta manera, pueden recibir un diagnóstico y tratamiento tempranos y mantenerse sanos.

Sin embargo, extender automáticamente esta estrategia a todas las ITS, especialmente la gonorrea y la clamidia, bacterias que comúnmente causan uretritis, cervicitis y proctitis, parece carecer de los mismos beneficios para la salud pública. Y, además, puede ser perjudicial.

Una pregunta así puede parecer negacionista o anticientífica a primera vista, pero fue presentada en detalle en un estudio realizado por investigadores europeos y publicado a finales de 2023. Se trata de una revisión de la evidencia científica disponible hasta la fecha para la recomendación del cribado periódico de las ITS asintomáticas en Europa.

La encuesta mostró que, cuando se trata de gonorrea y clamidia, implementar una rutina de pruebas en la población general o en subgrupos más vulnerables, como los hombres homosexuales y bisexuales, incluso cuando se logra una amplia cobertura poblacional, no redujo el número de casos nuevos de estas ITS ni sus complicaciones.

La explicación de este baño de agua fría parece estar relacionada con el hecho de que, al ser asintomáticas, estas ITS tendrían un periodo de mayor transmisibilidad a otras personas sólo durante las primeras semanas tras la infección, cuando la carga bacteriana en las mucosas todavía sería mayor.

Por lo tanto, para que la estrategia de detección reduzca realmente la incidencia de gonorrea y clamidia en una población, la frecuencia de las pruebas, que actualmente es de 2 a 3 veces al año, tendría que ser mensual, lo que haría que el plan fuera operativa y financieramente inviable.

Para complicar aún más las cosas, el estudio también afirma que en el intento exhaustivo de probar estas ITS a nivel de población, la prescripción de antibióticos utilizados para los tratamientos ha aumentado significativamente, lo que puede haber llevado inadvertidamente a la selección de bacterias multirresistentes.

Este fenómeno ha sido una preocupación para la salud pública durante muchos años en el caso de la gonorrea y, más recientemente, ha ido en aumento para otra bacteria que causa ITS llamada Mycoplasma genitalium .

Victor Passarelli (@focanainfecto), médico infectólogo e investigador de ITS y resistencia a los antimicrobianos en la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo, resume bien la situación:

Es urgente que realicemos más estudios aleatorizados y controlados para ayudar a responder a quién, cuándo, cómo e incluso si realmente deberíamos realizar pruebas de detección de ITS bacterianas como la clamidia y la gonorrea. Y mientras estas preguntas sigan sin respuesta, podría ser más rentable centrar nuestros esfuerzos y recursos en ampliar la estrategia de realizar pruebas y tratar a todas las personas con síntomas, lo cual conlleva inequívocos beneficios clínicos y epidemiológicos.

Las recomendaciones actuales del Ministerio de Salud de Brasil para la detección de ITS están disponibles en el Protocolo Clínico y las Guías Terapéuticas para ITS de 2022. Varían según la ITS, el grupo poblacional y la edad. Si aún no las ha consultado, consulte cuál le corresponde.

En resumen, lo mejor que puede hacer ahora que la ciencia está trabajando es mantenerse informado y actualizado con las recomendaciones de pruebas para su caso y estar siempre atento a la presencia de síntomas de una posible ITS para poder buscar atención médica y el tratamiento adecuado.

*Texto publicado originalmente en la sección VivaBem de UOL.

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